En el último partido de la fase de grupos del Sudamericano Sub-15, Colombia se enfrentaba a su reto más grande: medirse con el equipo anfitrión, Venezuela, en una atmósfera encendida y llena de fervor local. Este encuentro no solo decidía el liderato del grupo A, sino que se jugaba en un ambiente hostil donde el ruido de las gradas era el reflejo de la pasión venezolana. La selección colombiana sabía que para vencer necesitaba combinar precisión y temple, dos cualidades que el equipo demostraría en una batalla que fue una montaña rusa de emociones.
Desde el salto inicial, el equipo colombiano mostró un impresionante despliegue ofensivo, orquestado por Maily Saavedra. Con su liderazgo, Colombia se adueñó de la pintura, sumando puntos clave y dominando los rebotes ofensivos, lo que les permitió múltiples oportunidades de tiro. Este esfuerzo conjunto resultó en una ventaja inicial de 21-14, una muestra clara de la superioridad colombiana en este primer tramo del juego.
Sin embargo, la dinámica del juego cambió drásticamente en el segundo cuarto. Venezuela ajustó su defensa a una formación 3-2, fortaleciendo su perímetro y forzando errores en la ofensiva colombiana. Esta táctica defensiva permitió a las anfitrionas robar balones y convertir en rápidos contragolpes. En un abrir y cerrar de ojos, Venezuela había recuperado la desventaja máxima de 13 puntos y logró colocarse incluso un punto arriba. Colombia cerró la primera mitad con dos canastas clave para retomar el control (35-31), pero la ventaja parecía tambalearse en medio de un ambiente eléctrico que impulsaba a las locales.
El tercer cuarto fue una batalla física. Ambos equipos intensificaron su juego defensivo, pero esto les pasó factura en forma de problemas de faltas. En el equipo colombiano, tanto Keren Bertel como Maily Saavedra alcanzaron su cuarta falta, lo que obligó al técnico Ricardo Pinzón a resguardarlas en el banco y a rediseñar la ofensiva para resistir sin sus estrellas en la cancha. Pese a estos ajustes, Colombia logró mantener su ventaja con un marcador de 44-39 al cierre del tercer cuarto, demostrando un esfuerzo colectivo que les daba una mínima ventaja en un juego que estaba lejos de estar decidido.
Con el partido en su punto más crítico y Venezuela acercándose peligrosamente, el entrenador Pinzón decidió arriesgar y devolver a Saavedra y Bertel a la cancha. La apuesta resultó en una de las actuaciones más memorables del torneo. Con la habilidad de una estrella en ascenso, Bertel tomó el control del juego, sumando 8 puntos decisivos y elevando a su equipo en los momentos más tensos. Junto con la daga de María Millán, Colombia aseguró la victoria, cerrando el partido con un marcador final de 65-57.
Colombia completó el partido con un 34.9% de efectividad en tiros de campo, un total de 59 rebotes, 17 robos y 7 tapones, consolidando su dominio en el juego físico y defensivo. Keren Bertel fue la figura del encuentro con 19 puntos y 2 robos, mientras que Maily Saavedra se despidió entre aplausos al completar un doble-doble de 10 puntos y 13 rebotes, con 3 robos y 5 tapones. Además, Alisson Restrepo contribuyó con 12 puntos, 4 rebotes y 4 robos, completando así una línea estadística sólida para el equipo.
Con este triunfo, Colombia se asegura el liderato del grupo A y se prepara para un duelo crucial en semifinales contra Brasil, uno de los equipos más fuertes del torneo. Este enfrentamiento promete ser una prueba de resistencia y habilidad, en la que Colombia buscará mantener el nivel mostrado hasta ahora y pelear por un puesto en la gran final del Sudamericano Sub-15