Agosto trajo una noticia que sacudió a los deportistas colombianos: el Ministerio del Deporte anunció un recorte de 700 mil millones de pesos para 2025. En un momento en el que el país celebraba las medallas obtenidas en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 y soñaba con mejorar las condiciones para sus atletas, este recorte no solo reveló un ajuste fiscal, sino también la escasa prioridad que el gobierno le da al deporte. Mientras tanto, a finales de octubre, el presupuesto de 2024 seguía sin ejecutarse de manera significativa, con solo el 18.5% de los recursos empleados.
Ante las críticas, la ministra López defendió el recorte argumentando que la crisis fiscal del país afecta a todas las carteras. “Lo que tenemos decantado con el Gobierno Nacional es una cuota presupuestal de 460 mil millones de pesos, de esos, 400 mil millones son de inversión. Eso es la tercera parte de los recursos que para inversión hemos tenido en 2024”, explicó. Y añadió, tratando de contextualizar la situación: “Para nadie es desconocido que el país está en crisis fiscal y que esa crisis no solo afecta la cartera del Deporte, sino a todas las carteras que están viendo afectados sus techos presupuestales, sus cuotas de presupuesto para 2025”.
Sin embargo, en un giro aún más polémico, dejó abierta la posibilidad de que el presupuesto sea aún menor: “Es posible que sea, aún más, si con el Congreso de la República evaluamos el impacto social que tienen las políticas sobre el deporte y la recreación”. Esta declaración, que parecía restarle importancia al impacto del deporte y la recreación en el país, generó aún más inquietud en un contexto donde las políticas deportivas están más que necesitadas de un respaldo financiero sólido.
LAS VOCES DE LOS DEPORTISTAS: DESCONTENTO Y ABANDONO
Figuras destacadas como Nairo Quintana han expresado su descontento, especialmente tras la cancelación del Tour Colombia 2.1. “Estamos frente a un gran recorte presupuestal, y aquí nadie escucha nada. Si no se hace algo, tendremos una crisis deportiva nacional”, advirtió Quintana.
La situación se agrava con diversos testimonios de deportistas que han denunciado el abandono por parte del gobierno. La pugilista Angie Váldes, por ejemplo, denunció cómo fue excluida del programa Atleta Excelencia del Ministerio del Deporte. Como resultado, hace tres meses que no recibe el apoyo económico mensual pactado con esta dependencia. La atleta barranquillera expresó su desilusión: “La Federación me ha hecho a un lado y tampoco cuento con su apoyo. Es denigrante ver que el esfuerzo plasmado en cada una de las medallas no sea considerado y, prácticamente, se vea como un acto insolente”.
Por otro lado, la situación de la marchista Lorena Arenas empeoró aún más al ver reducido su incentivo económico después de ser descendida de categoría. “Estar entre las ocho mejores del mundo no es suficiente para ellos. Parece que el esfuerzo y los récords no cuentan”, declaró Arenas, visiblemente frustrada por el trato recibido.
1.1 BILLONES SIN EJECUTAR: EL ESTANCAMIENTO FINANCIERO QUE ASFIXIA AL DEPORTE
No podemos olvidar que la ministra Luz Cristina López asumió el cargo en marzo de 2024, convirtiéndose en la tercera titular de la cartera en este gobierno. Previamente, el Ministerio del Deporte estuvo bajo la dirección de María Isabel Urrutia, quien fue destituida debido a presuntas irregularidades en contratos, y de Astrid Rodríguez, quien renunció tras la pérdida de los Juegos Panamericanos 2027 por la falta de pago del Gobierno a la entidad organizadora.
Desde su llegada, la ministra López ha enfrentado críticas, especialmente desde el Congreso, por la gestión de los recursos destinados al deporte. La falta de ejecución de los fondos ha sido una de las principales denuncias. En junio de 2024, Saray Robayo Bechara, representante a la Cámara por el partido de la U, no dudó en manifestar su inconformidad: “Señora ministra, ¿no le parece a usted un exabrupto y una ofensa para los medallistas quitarles ese incentivo cuando regresan con las medallas, porque usted dice que no hay presupuesto? Lo que no hay es ejecución, señora ministra, le pido respeto por los deportistas.”
Para el último informe, del 31 de octubre, la situación sigue siendo preocupante. De los 1.3 billones de pesos asignados al Ministerio de Deporte para 2024, solo se ha ejecutado el 18.57%, lo que equivale a $253.291 millones de pesos. Esta cifra refleja una alarmante falta de acción por parte de la administración.
Uno de los rubros que más destaca es el destinado a ‘desarrollo del deporte olímpico, paralímpico y mundial’, con un presupuesto de $263.036 millones de pesos. A pesar de haberse comprometido a ejecutar el 76.7%, solo se ha utilizado el 50% de los fondos ($133.295 millones de pesos). Esta ejecución deficiente ha tenido repercusiones como la cancelación del Tour Colombia 2.1 en 2025, debido a la falta de recursos.
La ministra Luz Cristina López explicó que “La prioridad de los recursos no está para un evento de ciclismo que puede costar entre 8 mil y 10 mil millones de pesos.. El Tour Colombia es un evento que en materia deportiva no le deja nada al país”. Sin embargo, si solo se ha ejecutado el 50% de este presupuesto, surge la duda sobre si realmente no había dinero disponible. Ya que, como lo expresa la ministra, queda evidente que ella ve estos torneos como gastos y no como inversiones en el desarrollo de nuestros deportistas nacionales.
Otro tema crítico es el control antidopaje. En el rubro de ‘Apoyo al programa de control antidopaje nacional’, se asignaron $3.387 millones de pesos, de los cuales se ha ejecutado el 50% ($1.698 millones de pesos). Sin embargo, el rubro de ‘Fortalecimiento del laboratorio de control al dopaje’ presenta una ejecución alarmante del 0%, pese a que se asignaron $9.314 millones de pesos. Este retroceso pone en peligro la certificación del laboratorio por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), además de cuestionar la transparencia en el manejo de estos recursos. La falta de inversión en esta área es una de las mayores amenazas para el desarrollo del deporte colombiano.
Finalmente, en cuanto a la ejecución presupuestal en rubros clave, destacan tres ejemplos preocupantes. En el ‘Fortalecimiento del deporte y la educación física en los niños, niñas y adolescentes en la etapa escolar nacional’, se asignaron $299.816 millones de pesos, pero solo se ha ejecutado el 4.9%. En ‘Apoyo a la infraestructura deportiva, recreativa y de alta competencia en Colombia’, se tenían destinados $422.328 millones de pesos, pero solo se ha ejecutado el 1.3%. Por último, en el rubro de ‘Apoyo al desarrollo de juegos y eventos deportivos de rendimiento y alto rendimiento en Colombia’, se presupuestaron $156.734 millones de pesos, de los cuales solo se ha ejecutado el 23.9%, a pesar de que se había comprometido el 72%. Estos datos reflejan una ejecución casi nula en áreas que son fundamentales para el desarrollo del deporte en el país y evidencian una vez más la desconexión entre los presupuestos aprobados y las acciones concretas sobre el terreno.
Con más de 1.1 billones de pesos sin ejecutar en 2024, el panorama para el deporte colombiano es devastador. Mientras el dinero se desvanece, los torneos nacionales desaparecen, la infraestructura se desploma y los deportistas siguen esperando su apoyo. El recorte presupuestal de 2025 no es solo un ajuste, es una sentencia para un sector que ya operaba en condiciones precarias, y además, ni siquiera se está gestionando adecuadamente el presupuesto actual.
El gobierno celebra las medallas, pero olvida invertir en los atletas que las consiguen. El deporte colombiano ya no solo lucha por triunfar, ahora pelea contra la indiferencia y el abandono.