El desierto sanjuanino ya empezó a poner a prueba la resistencia de los pilotos en el Rally Raid San Juan 2025, escenario de la 5ª y 6ª fecha del Campeonato Argentino de Rally Raid. Ayer viernes, la caravana vivió la primera etapa con 80 kilómetros cronometrados que dejaron piedras, polvo y mucha navegación, y en la que los colombianos demostraron su tenacidad en medio de un terreno exigente.
El antioqueño Javier Vélez, a bordo de un Can Am Maverick R y con el argentino Gonzalo Martínez como navegante, completó la jornada en 02:03.31, superando incluso la rotura de una llanta. “Fue un día lleno de piedras, con mucha navegación. El carro respondió de maravilla y terminamos muy contentos”, señaló al final de la etapa, dejando claro que tiene ritmo para pelear en la categoría UTV.
El día también marcó el esperado regreso de una leyenda: Nicolás Robledo, referente colombiano en quads y múltiple finisher del Dakar, volvió a sentir la adrenalina del Canav tras dos años de ausencia. En su Can Am 800, registró 02:34.37, seguido de cerca por su compatriota Wilson Ochoa, quien paró el cronómetro en 02:44.11 con su Yamaha Raptor. Para Robledo, más allá del resultado, fue un reencuentro con la exigencia de la arena argentina y un paso firme en su proceso de adaptación física para completar los 610 kilómetros que propone la competencia.
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En la categoría UTV también estuvieron presentes los campeones defensores, Fernando Castelblanco y Andrés Sánchez, quienes tuvieron un arranque desafiante. Con un tiempo de 02:04.41 y 10 segundos de penalización, lograron terminar la etapa pese a un contratiempo mecánico en la largada. “Se nos soltó la manguera del turbo y perdimos unos 15 minutos, pero después el carro se comportó muy bien”, contó Castelblanco, con la confianza intacta para lo que viene.
Y lo que viene promete ser aún más duro. Este sábado los pilotos se enfrentarán a la jornada más larga del rally: dos especiales en las salinas sanjuaninas que pondrán a prueba tanto la mecánica como la resistencia física y mental. En la mañana, un recorrido de 180 kilómetros con control en El Salado; en la tarde, otros 150 kilómetros en el mismo terreno antes de regresar al vivac en el Camping Don Bosco.
La batalla apenas comienza, y los colombianos ya dejaron claro que no solo vinieron a participar, sino a ser protagonistas en el implacable desierto argentino.
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