La Arena UENO COP de Asunción levantó el telón del Campeonato Sudamericano FIBA Sub-17 Femenino 2025, y con él también se abrió el camino de una generación colombiana llamada a seguir haciendo historia. Sin embargo, el estreno ante el anfitrión Paraguay dejó sensaciones encontradas: una derrota por 65-58 que no solo dolió por el marcador, sino por la forma en que se dio.
Desde el salto inicial, Paraguay impuso un ritmo vertiginoso. Su presión a toda cancha asfixió a las dirigidas por Luis Miguel Cuenca, que tardaron en encontrar respuestas ante la intensidad local. Los errores en la salida y la efectividad de las paraguayas desde el perímetro marcaron un inicio cuesta arriba: 22-17 terminó el primer cuarto.
Colombia, fiel a su espíritu competitivo, no tardó en reaccionar. En el segundo periodo, el balón comenzó a moverse con mayor fluidez y la defensa tricolor empezó a encontrar su tono. Bajo el liderazgo de Jacqueline Edelman, el equipo logró equilibrar el juego, aunque las segundas oportunidades concedidas en los rebotes mantuvieron a Paraguay con la ventaja mínima: 38-36 al descanso.
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La reacción parecía inminente. Al regreso del camerino, Colombia mostró su mejor versión: circulación de balón, ataques más ordenados y una ofensiva que logró empatar el partido a 44 puntos. Pero cuando la remontada parecía al alcance, Paraguay volvió a apretar con una defensa física que desarticuló el ataque colombiano. El tercer cuarto cerró 57-50 para las locales, y el envión anímico fue decisivo.
En el último periodo, las anfitrionas sostuvieron su dominio. Colombia intentó, pero no encontró soluciones ante la presión y el empuje del público. Las pérdidas volvieron a pasar factura (29 en total) y la pintura se convirtió en territorio paraguayo, con 32 puntos en contra desde esa zona. El 33% en tiros de campo reflejó una noche poco efectiva para una selección que llegaba como favorita tras sus recientes logros continentales.
Aun así, hubo destellos que invitan a creer. Edelman fue la gran figura con 19 puntos, 14 rebotes y 3 robos, mientras Keren Bertel (12 puntos) y Isabel Murillo (8 puntos, 5 rebotes) aportaron en momentos clave. Pero la colectividad, ese sello que llevó a Colombia al cuarto lugar de la AmeriCup Sub-16 y a la clasificación mundialista, se vio difusa entre la imprecisión y la falta de ritmo.
El resultado deja más preguntas que respuestas. No por la derrota, sino por la desconexión que mostró el equipo en tramos cruciales. Paraguay, sólido y valiente, aprovechó cada grieta. Colombia, en cambio, deberá reencontrarse con su esencia para lo que viene: un duelo fronterizo ante Venezuela, este jueves, que promete alta tensión y sabor a revancha, después de aquella final Sub-15 perdida el año pasado.
El camino apenas comienza, pero la lección está clara: en torneos cortos, los tropiezos tempranos se pagan caro. Y si Colombia quiere volver a estar entre las mejores, tendrá que hacerlo jugando a la altura de su propio potencial.
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