En la Arena UENO COP de Asunción, Colombia saltó a la cancha con la mirada fija en la revancha. El duelo ante Venezuela no era uno más: era el reencuentro con el rival que le arrebató el oro en el Sudamericano Sub-15 del año pasado. Había sed de desquite, orgullo en juego y una necesidad urgente de reacción tras la derrota inicial ante Paraguay.
El ambiente se sentía distinto. La intensidad defensiva marcó el tono desde el primer minuto, con ambos equipos chocando en cada posesión, forzando tiros incómodos y cerrando los espacios como si el aro costara abrirse. En ese pulso de nervios, Colombia golpeó primero. Con un inicio más sólido y disciplina táctica, la tricolor se adelantó 10-6 al cierre del primer cuarto.

El segundo periodo trajo aire y confianza. Jacqueline Edelman, la figura que sostiene a esta generación, encendió la chispa desde el perímetro, acompañada por un juego coral que encontró en la pintura su vía de escape ante la férrea defensa venezolana. Al descanso, Colombia respiraba con ventaja: 25-20.
Todo parecía encaminarse hacia la recuperación. En el tercer cuarto, Edelman se adueñó del partido: triples, rebotes, liderazgo. Siete puntos consecutivos que levantaron al equipo y extendieron la diferencia a ocho (37-29). En defensa, los bloqueos y los robos mantenían a raya a Venezuela. Era el momento de consolidar la victoria, pero la historia decidió torcer el guion.

El último cuarto fue otra historia. Las pérdidas, las faltas acumuladas y la ansiedad fueron minando la ventaja colombiana. Venezuela olió la duda y no la desaprovechó. A falta de cinco minutos, el marcador ya estaba igualado, y la tensión se podía sentir en cada drible. Los últimos dos minutos fueron un pulso de infarto: intercambio de canastas, respiraciones contenidas, miradas fijas en el reloj. Hasta que Greidysmar Camacaro convirtió desde la línea los puntos que definieron el destino. Colombia tuvo el tiro final, pero la pelota no quiso entrar.
El marcador final, 47-46, reflejó la dureza del duelo, pero también la amargura de una historia que parecía escrita para ser distinta. Segunda derrota consecutiva para Colombia, que aún no logra encontrar su mejor versión.
Le puede interesar: Inicio el mundial de ciclismo de pista

Los números dejaron un eco de frustración: 28% en tiros de campo, 21 pérdidas, pero también 41 rebotes, 10 asistencias, 11 robos y 6 tapones, muestra del esfuerzo que no alcanzó. Jacqueline Edelman volvió a liderar con 13 puntos, 4 rebotes, 2 robos y 2 tapones; Keren Bertel sumó 11 puntos, mientras Lia Murillo y Mariany Mayo aportaron 6 unidades y 9 rebotes cada una.
Colombia se jugará la clasificación este viernes ante Chile (3:30 p.m.), en un partido que ya no admite errores. Aún queda baloncesto, pero también mucho por recomponer. La ilusión sigue viva, aunque ahora duela más mirarla de frente.
Escúchenos en Spotify acá.





