La sexta ronda del Campeonato Italiano de F4 arrancó en Barcelona con un capítulo especial para el automovilismo colombiano. En el asfalto catalán, Salim Hanna protagonizó una actuación memorable, abriéndose paso con temple y estrategia hasta firmar su primer podio absoluto del fin de semana y la victoria entre los novatos.
El barranquillero, con apenas 15 años, partía tercero en la parrilla tras un tiempo de 1:42.215 en clasificación. Desde que las luces se apagaron supo mantenerse frío bajo presión, sosteniendo su lugar en un pelotón exigente, hasta que el destino de la carrera le ofreció su momento. A falta de poco más de seis minutos para el final, Hanna encontró el hueco, ejecutó un adelantamiento preciso sobre su compañero Sebastian Wheldon y se instaló en la segunda posición, lugar que ya no soltaría hasta la bandera a cuadros.

La imagen fue contundente: el japonés Kean Nakamura-Berta se llevó la victoria, pero el rugido de Salim se escuchó en todo el paddock. El colombiano no solo subió al segundo escalón del podio general, sino que encabezó la clasificación de novatos, poniendo la bandera tricolor en lo más alto y haciendo sonar el himno nacional en territorio europeo.
“Fue una carrera realmente buena. Al principio no tuve la mejor salida, pero cuidé los neumáticos y cuando llegó la oportunidad, la aproveché. Ahora solo pienso en seguir empujando y aprovechar cada arranque”, expresó un Hanna confiado, que demostró tener la madurez y el ritmo para estar entre los grandes nombres de la categoría.

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El podio lo completó el italiano Emanuele Olivieri (R-ace GP), quien pese a una complicada largada logró remontar hasta la tercera plaza.
El fin de semana aún guarda dos batallas más, pero la primera dejó claro que Salim Hanna ya no es promesa: es presente. Y en Barcelona lo gritó a toda velocidad.
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