En el Rally Raid no se compite contra rivales, sino contra el terreno, el clima y hasta contra uno mismo. El Rally Raid San Juan 2025, que en el papel prometía 610 kilómetros en tres días, terminó siendo una auténtica batalla de supervivencia donde los colombianos dejaron huella.
La primera etapa del viernes fue apenas un aviso: 80 kilómetros de piedras y navegación que marcaron el inicio de una aventura tan corta como extrema. Pero lo más duro estaba por venir. El sábado, en la segunda etapa de 180 kilómetros, la carrera mostró su verdadero rostro. El clima se convirtió en el principal enemigo y los protagonistas colombianos lo sintieron en carne propia.
En quads, Nicolás Robledo completó la jornada en 06:09:49, en medio de un recorrido que mezcló solidaridad y drama. Lo acompañaba su compatriota Wilson Ochoa, quien tras apenas 20 kilómetros sufrió el primero de los percances. Robledo lo asistió, pero poco después, el destino le tenía preparada una imagen que no olvidará: Ochoa inconsciente tras un fuerte accidente. “Fueron los cinco minutos más largos de mi vida”, confesó Nico, quien esperó con angustia la llegada del servicio médico. Horas después, Ochoa confirmó lo que nadie quería escuchar: fractura de clavícula y retiro forzado. El Rally Raid volvía a recordarle a todos que aquí lo importante no es quién llega primero, sino quién logra llegar.
Le puede interesar: La tricolor firma su mejor participación en el voleibol continental
El barro y la lluvia tampoco tuvieron compasión con los UTV. La dupla de Fernando Castelblanco y Andrés Sánchez se hundió en un lodazal interminable, avanzando a ciegas con tablets que se desconfiguraban y obligaban a detenerse cada kilómetro. Terminaron la etapa en 05:19:27, al límite pero enteros. Por su parte, Javier Vélez, junto al argentino Gonzalo Martínez, cerró en 06:37:44, con una imagen que quedará grabada: sus ojos inflamados por el barro y la tierra, hasta el punto de necesitar atención médica. “Nunca en la vida había visto tanto barro. Fue imposible de controlar”, relató exhausto.
La lluvia impidió disputar la tercera especial programada para el sábado en la tarde, y con eso, la carrera saltó directamente al domingo. Pero el último día no trajo alivio, sino una sorpresa insólita: nieve en el desierto argentino. Tras el barro, las dunas y el frío, el Rally Raid añadió un capítulo inesperado, que convirtió el cierre en una experiencia aún más extrema.
El colombiano Javier Vélez decidió no largar por precaución médica, concluyendo con un tiempo total de 08:41:15, en el puesto 16 de la categoría UTV, pero quedándose con el primer lugar en la división T4.2. En tanto, Castelblanco y Sánchez culminaron con 07:55:18, ubicándose 15° en UTV y 7° en T3.1, resumiendo su experiencia con una frase lapidaria: “Un rally corto, pero muy extremo”.
En quads, Nicolás Robledo resistió hasta el final, completando la etapa de cierre en 01:48:44, para un acumulado de 11:13:10. El balance fue brillante: cuarto en la general de quads y primero en la categoría Q2, confirmando que sigue siendo una leyenda viva del cross-country.
“Lo más valioso es que todos estemos aquí. Que volvamos, que sigamos apoyando este campeonato y que desde Colombia vengamos a dejar nuestra huella”, afirmó Robledo, con la serenidad de quien sabe que sobrevivir a un Rally Raid es en sí mismo una victoria.
Así, entre barro, lluvia, nieve y accidentes, terminó un fin de semana que quedará marcado en la memoria de los colombianos. No hubo triunfos fáciles ni caminos cómodos, pero sí el orgullo intacto de haber resistido en una competencia donde los verdaderos ganadores son los que logran llegar al final. Guerreros en el desierto argentino, luchando más contra la naturaleza que contra el cronómetro.
Escúchenos en Spotify acá.
