La Etapa 8 del Dakar 2025 conectó las ciudades de Al Duwadimi y Riyadh en un extenso recorrido de 737 kilómetros, incluyendo 250 km de enlace y 483 km de velocidad. La jornada estuvo marcada por un desarrollo atípico y polémico, especialmente en la categoría de motos.
En un inesperado giro, varios pilotos de la categoría RallyGP, incluido Daniel Sanders, fueron sometidos a un control sorpresa antidopaje. Sanders llegó al vivac a pie tras participar en el procedimiento, que tomó por sorpresa a muchos en el campamento. Este es el primer control de este tipo desde que el Dakar se celebra en Arabia Saudí, y aunque la FIM lo califica como rutinario, los resultados no se conocerán hasta el final del rally.
El argentino Luciano Benavides fue declarado vencedor de la etapa tras recuperar el tiempo perdido al asistir a Pablo Quintanilla, quien sufrió un accidente y debió ser evacuado en helicóptero. Este gesto solidario, junto al de Adrien van Beveren, resaltó los valores deportivos en un entorno de competencia extrema.
En motos, el colombiano Francisco Álvarez, a bordo de su Husqvarna, completó la etapa en la posición 53, registrando un tiempo de 06H 43’42”. Este resultado lo ubica en la posición 40 de su categoría y en el puesto 51 de la general, a +18H 15’38” del líder Daniel Sanders. Álvarez continúa mostrando un desempeño constante en su debut en el Dakar.
Por otro lado, el piloto antioqueño Javier Vélez, junto al navegante argentino Gastón Mattarucco, vivió una jornada de recuperación. Tras abandonar en la etapa 7 debido a problemas mecánicos, lograron reengancharse en la modalidad “Rally Experience”, una oportunidad que permite a los equipos continuar en el Dakar sin competir por la clasificación general. A bordo de su Can-Am Maverick X3 n.° 323, Vélez completó la etapa en la posición 36, usando esta instancia para medir fuerzas, ganar experiencia y demostrar que, de no ser por los contratiempos, el talento y el potencial estaban a la altura del reto.
La novena etapa llevará a los competidores hasta Haradh, con un trazado rápido de 357 kilómetros cronometrados. Aunque se espera una etapa de transición, el terreno y la navegación podrían endurecer las condiciones. Este será el último tramo antes de adentrarse en el temido Empty Quarter, donde las dunas dominarán el paisaje y se decidirá el destino de los líderes.
La batalla continúa, y con ella, el espíritu de resistencia que define al Dakar. Para los colombianos, el camino no ha sido fácil, pero sigue siendo un testimonio de su esfuerzo y determinación en la carrera más dura del mundo.
