Durante los días 1, 2 y 3 de agosto, Lima se convierte en el epicentro sudamericano del vóley playa juvenil. Un total de 26 duplas, 14 femeninas y 12 masculinas, de ocho países luchan en la arena por algo más que la victoria: el sueño de clasificar al Mundial de Catar está en juego, y cada punto disputado puede marcar la diferencia entre hacer historia o quedarse viendo desde casa.
Colombia, al ritmo del sol y la arena
En la rama masculina, la dupla de Martín Gaviria y Daniel José Torres tuvo un estreno arrollador. Con autoridad y precisión, vencieron a los peruanos Anthony Koga y Carlos Parker por un contundente 21-4 y 21-9. Sin embargo, horas más tarde vivieron el otro lado de la moneda: en un duelo más cerrado, cayeron ante los venezolanos Sebastián Pereira y Gerardo Bordones por 17-21 y 18-21.
Pese a la derrota, los colombianos avanzaron como segundos del grupo C, con un balance positivo de 77 puntos a favor y 55 en contra, y un ratio de 1,400. Este sábado a las 10:10 a.m., buscarán un lugar en semifinales ante la dupla chilena de José Zirpel y George Arentsen.
Golpes, arena y corazón: la lucha de las colombianas
En la rama femenina, la pareja de Anni Sofía Cruz y María Isabella Clavijo también dejó una grata impresión en su primer día. En su debut, superaron con solvencia a las locales Rafaela Plazolles y María Fernanda Castro: un primer set cómodo (21-10) y un segundo más disputado (21-19) sellaron la victoria.
El segundo encuentro fue una batalla de emociones. Frente a las ecuatorianas Martina Mullo y Scarlette Párraga, las colombianas se llevaron el primer set por 21-18, pero las rivales respondieron con la misma intensidad, ganando el segundo por 21-19. En el set definitivo, luego de casi una hora de juego, Ecuador logró imponerse por 15-10, dejando a Cruz y Clavijo en el segundo lugar del grupo C.
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Este sábado, tendrán una nueva oportunidad de avanzar cuando enfrenten a las peruanas Grace Romero y Valeska Rojas, a las 8:30 a.m., en la ronda de doce.
Con buenos rendimientos y margen de crecimiento, las duplas colombianas ya dejaron claro que no viajaron a Lima solo a participar, sino a competir por un lugar en la historia. El sueño mundialista está en juego, y cada remate, cada defensa y cada punto puede ser el que marque el rumbo a Doha.
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