El fuerte viento fue el protagonista de la penúltima etapa de la Vuelta a Cataluña. Las decisiones de la organización fueron claves en el desarrollo del día.
Los cuatro premios de montaña pronosticaban una lucha por el liderato. La salida estaba prevista en Berga y llegada a Queralt, con 159 kilómetros de recorrido.
Sin embargo, media hora antes de iniciada la jornada, los organizadores informaron que el ascenso a Queralt sería suspendido por los fuertes vientos.
Para suplir los kilómetros, el recorrido se plantearon dos vueltas a un circuito en Berga, sin sprints intermedios ni puertos. Con esto en mente inició la carrera tras el auto de seguridad.
Fueron 40 kilometros neutralizados, hasta que Primoz Roglic lideró un grupo de corredores que se acercó al carro de los comisarios para solicitar solicitar que se diera via libre a la competencia.
Finalmente, la carrera partió con solo 25 kilómetros por disputarse. En el último kilómetro partió el estadounidense Quinn Simmons, para quedarse con la victoria de la etapa 6.
Por su parte, Egan, Nairo y Esteban vivieron un día tranquilo permaneciendo con el grupo; mientras que, Iván Ramiro Sosa perdió cerca de 2 minutos.
Mañana serán 88,2 kilómetros en Barcelona para definir al campeón de la Vuelta a Cataluña.
