El atletismo colombiano sufrió otro revés administrativo. Tres atletas clasificados para el Mundial Indoor en Nanjing (China) del 21 al 23 de marzo no podrán competir debido a la falta de gestión en los trámites de visa, a pesar de que existían mecanismos de emergencia que pudieron haberse activado con el apoyo de los organismos institucionales. En su lugar, los deportistas quedaron atrapados en una maraña burocrática y desinformación que les impidió representar al país en la cita mundialista.
La situación se gestó desde finales de 2024, cuando la Federación Colombiana de Atletismo realizó preinscripciones para tres cupos subvencionados por World Athletics, siempre y cuando los atletas lograran la marca mínima de clasificación. Sin embargo, ninguno de los deportistas alcanzó el registro exigido, aunque Neiker Abello estuvo a solo una centésima de conseguirlo en los 60 metros planos. A pesar de este escenario, la federación inscribió a Marleth Ospino, Neiker Abello y Natalia Linares, esperando una posible reasignación de plazas.

Entre trámites, visas y la falta de comunicación
El 28 de febrero, World Athletics notificó que ningún colombiano era elegible para recibir los cupos. La esperanza resurgió el 11 de marzo, cuando la reasignación de plazas les devolvió la oportunidad de competir, pero ya era demasiado tarde. Sin visas tramitadas y con el reloj en contra, viajar se convirtió en una odisea imposible.
Lo más preocupante es que sí existían soluciones. Casos anteriores han demostrado que, con la intervención de los organismos institucionales correctos, se han logrado visas de emergencia para eventos deportivos de alto nivel. Pero en esta ocasión, nadie movió un solo hilo. Siendo responsabilidad de la Federación de Atletismo, por ser la encargada de gestionar en estos casos.
Necesitan visa para viajar a China, pero no han aplicado.
Si vienen a aplicar el lunes con todos los documentos, con mucho gusto ayudamos. https://t.co/y95M5rPkZU— Zhu Jingyang (@zhu_jingyang) March 15, 2025
El embajador chino en Colombia, Zhu Jingyang, ofreció su ayuda a través de X (antes Twitter), aclarando que los atletas jamás aplicaron para la visa y que, de haberlo hecho el lunes 18 de marzo con la documentación en regla, la embajada los habría apoyado. Sin embargo, la federación argumentó que la tardanza en la confirmación de los cupos hacía inviable gestionar los visados a tiempo.
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La falta de comunicación también fue un factor clave. Según la federación, se hicieron los trámites para asegurar los tiquetes de avión, pero esperaba que los atletas gestionaran sus visas por cuenta propia, sin que esto les fuera comunicado de manera clara. Los deportistas, por su parte, confiaban en que la federación lideraría todo el proceso, como suele suceder en estos casos.
Además, Natalia Linares ya había decidido no viajar, pues su entrenador no podía acompañarla. La incertidumbre y el desorden logístico hicieron que la atleta desistiera antes de que se cerrara la posibilidad por completo.
Un duro golpe para los atletas
A esto se sumó la falta de respaldo financiero. La Gobernación del Atlántico, departamento de origen de dos de los atletas, rechazó la posibilidad de apoyar económicamente el viaje, argumentando falta de recursos. Así, los deportistas quedaron completamente desamparados.
Colombia no tendrá representación en el Mundial Indoor. No porque falten talentos ni porque los atletas no lo intentaran hasta el final, sino porque la falta de planificación, comunicación y gestión administrativa los dejó sin la posibilidad de competir. Una historia que se repite en el deporte colombiano, donde muchas veces el mayor obstáculo no es la marca mínima, sino la burocracia.
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