Manila amaneció envuelta en el eco metálico de las anillas y el golpe seco de los aterrizajes. En el tercer Campeonato Mundial Juvenil de Gimnasia Artística, donde China, Japón y Estados Unidos se disputaron la gloria por márgenes milimétricos, Colombia apareció silenciosa, pero con la convicción de que este iba a ser su Mundial.
La final por equipos masculinos coronó a China con 163.095 puntos, apenas un suspiro por encima de Japón (162.429) y Estados Unidos (162.329). Fue una batalla de décimas: anillas y paralelas para los chinos, salto para japoneses y estadounidenses, precisión que se volvía oro en un escenario donde ningún titubeo estaba permitido. Francia, Gran Bretaña e Italia siguieron en una lista que reunió a lo mejor del planeta.
Pero mientras los gigantes peleaban arriba, Colombia empezaba a escribir su propia historia, una que no dependía del podio, sino del crecimiento palpable de una generación.
Camilo Vera, el colombiano que ya inquieta a las potencias
Camilo Vera llegó a Manila después de arrasar con seis oros en el Sudamericano Juvenil. Ese envión no se quedó en el papel: clasificado 11.º en el All-Around con 79.233 puntos, el colombiano se metió a la final general con una presentación que dejó claro que su repertorio técnico está a la altura de los mejores. Suelo, salto y anillas confirmaron su regularidad; pero fueron las paralelas, su aparato predilecto, las que lo elevaron al radar internacional.
Ahí, girando sobre las barras con confianza de veterano, Vera firmó un brillante 14.033, tercer mejor puntaje de toda la ronda clasificatoria. Ese número fue la primera campanada. La segunda la dio Thomas Mejía, sexto con 13.766, acompañando a Vera a una final que, de entrada, parecía territorio exclusivo de chinos, japoneses y estadounidenses. La tercera llegó con Jorman Álvarez, 12.º (13.333), completando una actuación inédita: tres colombianos entre los doce mejores del mundo en paralelas.
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En barra fija, Vera siguió sumando capítulos. Su 13.700 lo metió séptimo a otra final, mientras que en anillas quedó como primera reserva con 12.900. El bogotano avanzaba firme, sin estridencias, acumulando finales como quien recoge medallas invisibles: las que pesan para el futuro.
Thomas Mejía, aunque no logró clasificaciones adicionales, dejó destellos valiosos y reafirmó el porqué Colombia decidió llevar a esta tripleta juvenil a su primera gran prueba global.
Una final que promete ser histórica
El All-Around masculino se perfila como una batalla de otro nivel. Arsenii Dukhno (AIN) encabezó la clasificación con 82.065, seguido por el chino Yang Lanbin y el japonés Ojima Nao, en un Top 5 cerrado por Danila Leykin y Kakutani Taiki. Todos, nombres que pronto serán habituales en Copas del Mundo y Juegos Olímpicos.
Y allí, en medio de ese grupo de aparente élite intocable, estará Camilo Vera. Once entre 28 finalistas. Un colombiano mirando a los ojos a quienes dominan este deporte desde hace décadas.
El avance colombiano en equipos
En la clasificación por equipos, Colombia terminó 12.ª con 148.730 puntos, resultado que, aunque lejano de las potencias, confirma que el trabajo en divisiones juveniles está dando frutos: por primera vez el país lleva múltiples finalistas a un Mundial de la categoría.
Lo que viene
Las finales individuales ya están en el horizonte:
- All-Around (con Camilo Vera): sábado, 2:00 a.m. hora colombiana.
- Finales por aparatos:domingo y lunes, con doble presencia tricolor en paralelas y Vera en barra fija, además de su opción en anillas como reserva.
En Manila, mientras las potencias pelean por medallas, Colombia se ganó algo igual de valioso: el respeto. Y lo hizo con tres juveniles que, sin hacer ruido, están demostrando que el futuro ya empezó.
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