El piloto colombiano David Alonso, del CFMOTO Inde Aspar, enfrentó un difícil estreno en la categoría intermedia del Campeonato Mundial de Motociclismo. Su debut en el Gran Premio de Tailandia estuvo marcado por la adaptación a una nueva moto, una lesión en la pretemporada y una clasificación complicada, pero también por la resiliencia y las lecciones aprendidas.
Un talento en ascenso
Nacido en 2006, Alonso llegó al Campeonato del Mundo en 2023 con tres títulos en su palmarés y la ambición de seguir creciendo. Su camino comenzó en el Campeonato de España en 2017 con el Aspar Team Junior, logrando su primer título en la categoría 85GP en 2018. En 2020 se consagró campeón de la European Talent Cup y, en 2021, se llevó la Red Bull Rookies Cup. Luego de apariciones esporádicas en el Campeonato del Mundo en 2021 y 2022 como ‘wildcard’, finalmente debutó a tiempo completo en Moto3™ en 2023 con el GASGAS Aspar Team. En esa temporada logró ocho podios, incluidas cuatro victorias, y un tercer puesto en la general.
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Sin embargo, lo mejor estaba por venir. En 2024, Alonso arrasó con 14 victorias, estableciendo un récord y asegurando el título de Moto3™ con varias carreras de anticipación tras conquistar el Gran Premio de Japón. Con semejante trayectoria, su ascenso a Moto2™ con el Aspar Team en 2025 era inevitable.
Un debut con desafíos
A pesar de los pergaminos que respaldaban su llegada a Moto2, el propio Alonso pidió calma ante las altas expectativas. La nueva categoría implicaba una moto más grande, con mayor potencia y características que exigían ajustes en su estilo de pilotaje. Además, una inoportuna lesión en el hombro derecho durante la pretemporada complicó aún más su adaptación.
En la clasificación del Gran Premio de Tailandia, Alonso no logró avanzar a la Q2 y tuvo que conformarse con el puesto 25 en la parrilla de salida. No obstante, su objetivo principal era terminar la carrera y acumular experiencia en la nueva categoría. Apenas 297 milésimas lo separaron del último boleto a la Q2, reflejando lo reñida que fue la sesión clasificatoria.
Aprendizaje en carrera
El colombiano inició la carrera con un buen arranque, ascendiendo hasta la posición 21. En las primeras vueltas, disputó posiciones con el turco Deniz Öncü, manteniéndose en la pelea por el top 20. Sin embargo, a falta de 17 vueltas, comenzó a perder ritmo en comparación con su compañero de equipo, Daniel Holgado, cayendo al puesto 23.
A medida que avanzaba la competencia, Alonso se fue adaptando mejor a las exigencias de la Moto2, ajustando sus referencias de carrera. En las últimas siete vueltas, logró rodar a ritmos similares a los de mitad de grupo y, en un cierre sólido, recuperó terreno para finalizar en la posición 21, a +25.077 segundos del ganador Manuel González y a nueve segundos de Holgado.
Un primer paso en el camino
La carrera en Tailandia dejó múltiples aprendizajes para Alonso, quien carga con una gran presión tras su espectacular paso por Moto3. Si bien el colombiano se mostró crítico consigo mismo al finalizar la prueba, es consciente de que este es solo el inicio de su proceso de adaptación. Pese a los obstáculos físicos y técnicos, Alonso ya está tomando nota de los aspectos a mejorar y, sin duda, lo veremos evolucionar en las próximas competencias.
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