Después de la alegría del sábado, cuando la categoría juvenil conquistó la medalla de bronce al vencer 28-20 a Ecuador, Colombia llegó al domingo con una última misión: buscar el oro en la categoría junior (U20) del IHF Women’s Trophy Lima 2025. El escenario era el mismo: el Polideportivo 1 de la Villa Deportiva Nacional (Videna) de Lima, Perú. Pero esta vez, el rival sería Venezuela, un viejo conocido de la fase de grupos.
Y es que el camino a la final ya había sido brillante para las junior cafeteras. En su debut, precisamente ante Venezuela, el equipo nacional se impuso en un duelo cerrado por 24-19. Luego, ante las anfitrionas peruanas, repitieron fórmula: intensidad, temple y victoria 25-19. La última fecha fue una auténtica exhibición: 49-6 frente a Ecuador, dejando claro que el grupo llegaba con ritmo y confianza a la definición del título.
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Pero las finales no se ganan solo con estadísticas. Y este domingo, en Lima, Venezuela volvió a plantar cara. El primer tiempo fue una batalla de ida y vuelta, con mínimas ventajas. Colombia mostró dinámica en ofensiva, pero las vinotinto respondieron con fuerza. Al descanso, el marcador era 14-13 a favor de las venezolanas. Todo estaba por resolverse.
La segunda mitad fue un suspiro prolongado. Goles intercambiados, defensas ajustando y una tensión que se sentía en cada pase. A falta de pocos segundos, el marcador estaba 32-32 y fue entonces cuando la portera colombiana emergió como heroína: dos atajadas claves que mantuvieron vivo el sueño dorado. El partido no alcanzó con 60 minutos.
En el tiempo extra, Colombia pegó primero. Dos goles en los primeros dos minutos que encendieron la ilusión. El resto fue resistencia, defensa, sudor y corazón. Venezuela intentó, pero se topó con una muralla. El pitazo final sentenció el 34-32 y con él, el título de campeonas para Colombia.
Un oro que vale más que una medalla: vale por el proceso, por el trabajo silencioso del balonmano femenino y por una generación que se atreve a soñar. Colombia cerró su participación en Lima con un balance de oro en junior y bronce en juvenil, una muestra del crecimiento y la ambición de un equipo que se niega a ser una promesa y ya empieza a ser una realidad.
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