Volvió con sed de pista. Tres meses después de su última aparición en Sebring, Tatiana Calderón regresó al volante con una actuación que dejó huella. En las exigentes Seis Horas de Sahlen en Watkins Glen, la piloto colombiana firmó su mejor resultado en la IMSA Michelin Endurance Cup, completando un vibrante sexto lugar en la categoría GT Daytona (GTD) junto a sus compañeros Till Bechtolsheimer y Joey Hand a bordo del Ford Mustang GT3 #66 de Gradient Racing.
No fue una carrera cualquiera. Las condiciones meteorológicas hicieron de esta prueba un verdadero campo de supervivencia. Lluvia, sol abrasador y múltiples banderas amarillas se combinaron para desafiar la concentración y la estrategia de todos los equipos. Y Calderón, como pocas veces, fue clave en el rompecabezas.
Todo comenzó cuesta arriba. Tras una clasificación complicada, Bechtolsheimer tomó la salida desde la posición 17. Pero bastaron algunas vueltas y una certera primera parada para que el Mustang se abriera paso hacia el top 10, justo cuando el asfalto comenzaba a secarse tras la primera lluvia.
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A una hora con 35 minutos de competencia, fue el turno de Tatiana. Tres relevos, 64 vueltas al límite y una solidez de manual marcaron su jornada. Incluso con un pequeño contratiempo en boxes —el cambio del bumper delantero le hizo perder segundos valiosos—, mantuvo al equipo en zona de puntos y dejó el auto noveno antes de ceder el volante a Hand para el último tercio.
El cierre fue de película. A falta de 11 minutos para el final, la última bandera amarilla apretó el grupo. Hand reinició la carrera, y en un cierre dramático, capitalizó los errores de los punteros —incluido el Lexus de Vasser Sullivan Racing, que lideraba la clase— para escalar hasta el sexto lugar, asegurando así el mejor resultado del equipo Gradient con el Mustang en su año debut.
“Se trataba de sobrevivir, y terminar sextos es como una victoria para nosotros”, reconoció Tatiana tras la carrera. Y no exagera. Porque más allá del resultado —que marca su primer top 10 en IMSA—, lo de Calderón fue una confirmación: cada vez más adaptada al Mustang, cada vuelta más veloz, cada stint más sólido. “Estoy contenta de haber tenido más tiempo en el auto. Cada vez me siento más cómoda y rápida”.
Con esta actuación, Tatiana Calderón no solo volvió a escena con fuerza: demostró que puede ser protagonista en una categoría tan exigente como la IMSA. Ahora, el foco se traslada a otro escenario mítico: el Indianápolis Motor Speedway, donde el próximo 21 de septiembre disputará la penúltima fecha de la temporada. Pero la vara ya quedó alta en “El Glen”.
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