Después de un triunfo arrollador en semifinales frente a Puerto Rico, Colombia llegó a la gran final de la Copa Panamericana 2025 con la mirada fija en la revancha. Enfrente, nada menos que las múltiples campeonas y actuales #10 del mundo, la temida República Dominicana, las “Reinas del Caribe”, únicas rivales que habían vencido a las cafeteras en todo el torneo.
Con el sexteto habitual formado por María Alejandra Marín como armadora, Laura Pascua y Ana Karina Olaya en las bandas, Dayana Segovia como opuesta, y Melissa Rangel y Valerín Carabalí en el centro, la Tricolor saltó a la cancha con una mezcla de sed de revancha y determinación absoluta.
Primer set – Un arranque de esperanza
El duelo comenzó con un misil de Ana Karina Olaya que encendió la ilusión y puso el marcador 3-0. Pero Dominicana, curtida en mil batallas, respondió con oficio, volteando el resultado hasta una ventaja de cinco puntos. Colombia, fiel a su espíritu combativo, remontó hasta igualar 19-19, gracias a los 7 puntos de Olaya en este parcial. Sin embargo, los bloqueos dominicanos (6 en el set) hicieron la diferencia para sellar el 25-21.
Segundo set – Un pulso de infarto
El intercambio inicial (5-5) auguraba un parcial de alto voltaje. Dominicana volvió a escaparse, pero Colombia respondió y empató a 12, luego a 16, en una batalla punto a punto. En un cierre electrizante, la Tricolor salvó cuatro puntos de set y hasta tuvo oportunidad de ganarlo, pero las caribeñas se impusieron 29-27, dejando al público colombiano con el corazón en la mano.
Tercer set – El último asalto
Lejos de rendirse, Colombia inició 6-3 arriba. Pero Dominicana volvió a mostrar su jerarquía, remontó y alcanzó seis puntos de ventaja. Las cafeteras salvaron dos bolas de campeonato y pelearon hasta el final, pero el 25-22 puso el sello dorado a las caribeñas.
Una plata que sabe a victoria
Colombia terminó con 70 puntos totales: 40 por ataque, 14 por bloqueo, 1 por servicio y 15 por errores rivales. Pascua y Olaya lideraron la ofensiva con 18 puntos cada una, seguidas por los 12 de Karen Rentería. En defensa, Olaya sumó 10 digs y Juliana Toro brilló con 18 recepciones perfectas.
Más allá del marcador, esta plata tiene un valor enorme: el equipo asegura cupo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2026, termina con cinco victorias por 3-0, regresa al Top 20 del ranking mundial (del puesto 21 al 19) y lo hace sin su capitana y máxima figura, Amanda Coneo, lesionada. Además, Ana Karina Olaya fue premiada como la mejor atacante del torneo y Laura Pascua reconocida como la segunda mejor atacante, reafirmando el nivel ofensivo de la Tricolor.
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Pero la hazaña se vuelve más grande al conocer el contexto: según la carta del presidente de la Federación, Mauricio Antolinez, la selección llegó a México sin apoyo económico del Gobierno, con un presupuesto reducido de $3.600 millones a solo $400 millones, recursos que ni siquiera han sido firmados ni asegurados. Aún así, las jugadoras hipotecaron su tranquilidad y, con orgullo, llevaron el nombre de Colombia a la final contra las campeonas continentales.
El calendario no da tregua: en apenas 15 días, el 22 de agosto, Colombia debutará en el Mundial Femenino en Tailandia, donde volverá a verse las caras con República Dominicana, además de China y México. Será apenas su segunda participación en una cita orbital, y aunque las dudas económicas persisten, lo que no falta es corazón, talento y la convicción de que esta generación puede seguir haciendo historia.
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